CARLOS BORGES PBRO.


Caracas - Venezuela, 1875-Maracay, 1932

A UNA VIEJECITA

Flor de antaño, marchita pero hermosa,
Que, frágil resto de la fe perdida,
Perfumas con fragancia religiosa
La página más bella de mi vida.

Amable viejecita buena y pura,
De piel rugosa, de gofradas venas,
Quiero besar con infantil ternura
Tu frente coronda de azucenas.

Tu dulce bendición mi duelo implora,
Descienda a mí como en el crudo estío
A la encendida pampa abrasadora
De la nevada cumbre el viento frío.

Cubrió tu negro pelo con su encanto
De la novia feliz el casto velo;
Ora cubre el dolor con negro manto,
Viuda y madre infelíz, tu blanco pelo.

Con femenil primor, con gracia suma
Abres en crenchas tu cabello undoso
Como el cisne sus alas de albas plumas
Al despedir su canto doloroso.

Esos níveos fulgores que destellas,
Anuncio son de gloria y de alegría;
El oro celestial de las estrellas
Se torna en plata cuando apunta el día.

Tú que sabes mis íntimos dolores
Tú que el torrente de mi herida estancas,
Pon en mi pecho un bálsamo de amores
Y el algodón de tus guedejas blancas.

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