Montevideo-Uruguay, 1903-1987
SAGRADA CANTIDAD
Qué pálido está el sol sobrecargado
no es muy recomendable tantos gustos;
hablan con reverencia del pecado
el murmullo de jóvenes arbustos
Enredan los demonios sin cuidado
el volante cabello de los justos;
casi no hay corazón sacrificado
para estar ordenado menos sustos
Las manos taladradas son de todos:
aprendí nuevas frases para el hombre
sagrada cantidad sin acomodos
Tercera parte y última escalera:
tropiezo con el viento del renombre,
también un danzarín en cada acera
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