VIRGILIO DÍAZ ORDÓÑEZ

San Pedro de Macorís - República Dominicana, 1895-Washington, D.C., 1968

EL ACTO

Se hallaron sin querer. Ella venía
Con un cántaro pleno en la cadera
Y una rosa en la oscura cabellera.
El, el de siempre, el Hombre padecía
Una dulce y sensual melancolía
Al mirarla perderse en la pradera
Con el agua y la rosa tempranera.
Amor? Instinto? No lo sé… Y un día,
De los nevados muslos ardorosos,
Nació un ofrecimiento. Temblorosos,
En el momento efímero y nupcial
Fueron sus cuerpos rígidos, jadeantes,
Dos vivos eslabones forcejeantes
De una vieja cadena inmemorial…

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