Medellín-Colombia, 1895-Bogotá, 1976
CANCIÓN LIGERA
Me quedas tú, y me donas tu alegría
con el dolor, y tu miel deleitable
con el acerbo aloe.
Me quedas tú, y la luz que tu alma
cría
dentro la tenebrura inenarrable
de mi yo solitario:
Siempre loe
tu don ilusionario.
Me quedas tú, y el claro sortilegio
de tus ojos rïentes: con su hechizo
mi soledad se puebla.
Me quedas tú, y tu risa, cuyo arpegio
me embriaga, y tu tesoro de oro
cobrizo
solaz del alma sola:
La gris niebla
tu regalo aureola.
Me quedas tú, y el filtro que tu
ardida
boca frutal, sombreada, en mis
febriles
resecos labios vierte.
Me quedas tú, la ingenua enardecida,
me quedas tú, la experta, de sutiles
tácticas retrecheras:
Vida. Muerte.
Lo que quieras.
CANCIÓN NOCTURNA
En tu pelo está el perfume de la
noche
y en tus ojos su tormentosa luz.
El sabor de la noche vibra en tu boca
palpitante.
Mi corazón, clavado sobre la noche de
avenuz.
La noche está en tu frente morena,
erguida y frágil
y en tus brazos que un vello sutil
aterciopela.
La noche está en recónditos parajes
de tu cuerpo:
-la noche perfumada de nardo y de
vainilla y de canela...
La noche está en tus ojos brunos,
iridiscente:
constelaciones bullen en su vivaz
burbuja.
La noche está en tus ojos brunos,
cuando los cierras:
noche definitiva, noche agorera,
noche bruja.
En tus oídos, toda la música de la
noche
se refugia, y te arrulla con su vago
susurro.
En tus oídos, toda la música de la
noche,
y en tu voz, y en tu risa, y en tu
tácito llanto...
En tu frente, su angustia latente
insomne yerra,
y en tu pecho amoroso su tormentosa
luz.
En la noche sortílega, sortílego
discurro...
El sabor de la noche vibra en tu boca
palpitante.
Tus manos son dos pálidas lunas sobre
mi frente.
Clavos en ti me clavan , oh Noche
deleitosa!
noche...! tibio madero de mi cruz!
http://amediavoz.com/greiff.htm
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