ANTONIO FERRES

Madrid-España, 1924

LAS CIUDADES DE LA SED

Las aspas chirrían con el viento

Y el agua sube desde la tierra en sombra
Hasta el charco de luz
Donde apagar la sed
La siesta interminable
Mis ojos y yo mismo en el espejo
Ofreciéndome caminos
Hacia ciudades nuevas
Aún no nacidas
Relámpagos en el cielo nublado
De la tarde
Allá donde tú existías
-tan joven-
Llegada de otra parte
Como el recuerdo de otra vida
Donde andábamos sedientos.

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