MÁRIO DE ANDRADE


São Paulo-Brasil, 1893 - 1945 

ODA AL BURGUÉS

¡Yo insulto al burgués! ¡Al burgués-plata,
al burgués-burgués!
¡La digestión bien hecha de São Paulo!
¡Al hombre-panza!, ¡al hombre-culón!
¡Al hombre que siendo francés, brasileño, italiano,
es siempre un cauteloso poco-a-poco!

¡Yo insulto a las aristocracias cautelosas!
¡A los barones bandidos!, !a los condes Juanes!, a los duques rebuznos!
que viven dentro de muros sin saltos;
y gimen sangre de unos cuantos duros débiles
para decir que las hijas de su señora hablan francés
y tocan el “Printemps” aporreando el piano!

¡Yo insulto al burgués-funesto!
¡Al indigesto puchero con tocino, señor de las tradiciones!
¡Fuera los que guarisman las mañanas!
¡Mira la vida de nuestros setiembres!
¿Hará Sol?
Pero a la lluvia de los rosales,
¡el éxtasis dará siempre Sol!

¡Muerte a la gordura!
¡Muerte a las adiposidades cerebrales!
¡Muerte al burgués-mensual!,
¡al burgués-cine!, ¡al burgués-coche!
¡Panadería Suiza! ¡Muerte viva al Adriano!
“-Ay, hija, ¿qué te regalaré para tu cumpleaños?
-Un collar… -¡¡¡Mil quinientos!!!
¡Pero nosotros nos morimos de hambre!”

¡Come! ¡Cómete a ti mismo!, oh, gelatina pasmada!
!Oh! !Puré de patatas morales!
!Oh!, !pelos en las narices!
!Odio a los temp
¡Odio a los relojes de carne y hueso!
¡Odio a las cuentas! !Odio a los colmados!
¡Odio a los sin desfallecimientos ni arrepentimientos,
sempiternamente a las rutinas convencionales!
Con las manos atrás!
¡Dos a dos! !Posición primera! ¡ Marcha!
¡Todos para el Central de mi rencor embriagante!

¡Odio e insulto!
¡Muerte al burgués de hinojos,
en olor de religión y que no cree en Diós!
¡Odio rojo!
¡Odio fundamento, sin perdón!

¡Fuera!

SOY TRECIENTOS

Soy trecientos...

Yo soy trescientos, soy trescientos y cincuenta,
La sensaciones renacen de sí mismas sin reposo,
¡Oh, espejos, oh! ¡Pirenos! ¡Oh, caizaras!
Si muerte un dios, iré a Piauí a buscar otro!
¡Abrazo en mi lecho las mejores palabras,
Y los suspiros que doy son violines ajenos;
Piso la tierra, como quien descubre a hurtadillas
En las esquinas, en los taxis, en las alcobas sus propios besos!

Yo soy trescientos, soy trescientos y cincuenta,
mas por fin un día toparé conmigo…
Tengamos paciencia, golondrinas breves,

Sólo el olvido es lo que condensa,
Y entonces mi alma servirá de abrigo.

EL POETA COME MANI

Noches pesadas de perfumes y calores amontonados . . .
Fue el Sol quien por toda esta grandeza deL Brasil
anduvo marcando de moreno a los brasileros.

Estoy pensando en los tiempos de antes de que yo naciera . . .

La noche era para descansar. Las carcajadas blancas de los mulatos.
¡Silencio! El Rmperador medita sus versecitos.
Los caramurús* conspiran a la sombra de los manglares ovales.
Sólo los Creo en Dios Padres hermanaban a los hombres de mi país.
De una vez los cimarrones supieron que no había más esclavos,
por causa de ello mucha virgen dei rosário se perdió ...
Pero el desastre verdadero fue enmuñecar esta República temprana.
Analfahetolandia mestiza . . .
La gente aún no se sabía gobernar . . .
Progresar, progresamos un pedazo
que el progreso también es una fatalidad ...
Será lo que el Señor quisiera! ...

Estoy con deseos de desastres ...
Estoy con deseos del Amazonas y de los vientos zancudos
recostándose en la madera de los batientes ...
Tengo deseos de vihuelas y de soledades sin sentido . . .
Tengo ganas de gemir y de morir

Brasil ...
Masticado en la calidez sabrosa del maní . . .
Hablado en una lengua niña,
de palabras inciertas de remelada dulzura melancólica . . .

Salen lentas frescas trituradas por mis dientes huenos . . .
mojan mis labios que dan besos esparcidos y lentos
y después semitonan sin malícia oraciones bien nacidas . . .
Brasil amado, no porque sea Pátria mía.
Pátria es acaso de migraciones y de pan nuestro donde Dios diera . . .

Brasil que yo amo porque es el gesto de mi brazo aventurero,
el grito de mis descansos,
el balanceo de mis cánticos, de mis amores y mis danzas.
Brasil que yo soy porque es mi expresión muy graciosa,
porque es mi sentimiento pachorrento,
porque es mi manera de ganar dinero, de comer y de dormir.

MADRUGADA

Mañanita.
La italiana viene a la playa del arroyo.
Está derrengada y con sobras de sueño asomándole a los ojos.
Tira el ato de ropas a Ias piedras
y queda un momento erguida al sol.
La nariz le palpita que ni pecho de paloma.
Mastica la boca sin lavar
que tiene huellas de plátano y de café.
Respira.
Al final se despereza
irguiendo para los ángeles el seno creador.

RONDO PARA USTED

Rosa, de usted yo no quería
recibir tan óolo ese abrazo
tan despacito que usted me da.
ni gozar tan sólo ese beso
tan mojadito que usted me da.
Yo no quería solo porqué,
por todo cuanto usted me dice
ya repare que en su pecho
solloza el corazón bien hecho
de usted.

Pues por eso yo imaginé
que junto con ese cuerpo delgado
morenito que usted me da,
con Ia belleza y con la gracia
y con la risa que usted me da
y me entontecen como no sé,
bien que querría tener también,
lo que vive atrás de su rostro, Rosa,
el pensamiento, el alma, el disgusto
de usted.

MADRIGAL

Tu amor venía de los deseos irritados,
ardientes como los morros del naciente en las primeras horas de la
mañana.
Tu beso era como el grito de la araponga,
me iluminaba y me aturdía con viril golpe estridente.
Tu abrazo era comolIa noche dormida en la hamaca,
que hasta el día deja los miemhros blandos, tibios y torpes.
Poseyéndote yo me alimentaba con la miel de los guarapurús,
miel ácida, miel que no sacia,
miel que da sed cuando las fuentes están lejanas,
cu ando la modorra es más desoladora
y está el cuerpo más exhausto.


EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS

Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo
para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas:
las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió
que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables,
donde se discuten estatutos, normas, procedimientos
y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas
que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar
a los más capaces, para apropiarse de sus lugares,
talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera
la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa….
Sin muchas golosinas en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades..
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad
y la honradez.
Lo esencial es lo que hace
que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente,
que sepa tocar el corazón de las personas….
Gente a quien los golpes duros de la vida,
le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad,
que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas
que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas,
que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz
con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma,
porque de cualquier manera llegarás..

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